A ti,mitad de mí
que estás en algún lado,
de este inmenso Universo
que me lanza
a través de galaxias y esperanzas
hacia una eternidad que me han vedado.
A esa mitad de aquel mortal pecado
que nos privó de ser puros y eternos;
que inspiró a Dios las iras del Infierno
y llenó el mundo de ángeles castrados.
A esa mitad de mí que yo he buscado
para encontrarme al fin del recorrido,
que perdí el Paraíso prometido
que Dios no nos dará por separado.
A esa Mujer que pudo haber cambiado
la oscuridad de mi precoz ceguera
por una luz confiable y duradera
que deje atrás la noche del pasado.
A esa Mujer que tiene el Don sagrado
de gestar otra vida en la confianza
de alcanzar lo que solo no se alcanza
cuando el ritual no ha sido consumado.
No quisiera morirme sin haberte encontrado,
sin ver a nuestro hijo mamando de tus pechos
lo que nos pertenece por ley y por derecho:
la gloria de tenerlo por habernos amado.
Tengo esa mitad tuya que espero haber salvado
del mundo, mi egoísmo y el castigo de Dios...
Soy la mitad de un todo: un hombre enamorado
que busca esperanzado su otra mitad en Vos.
La mitad de algo eterno que asumí como “JUAN”.
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Juan Carlos Alecsovich
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