Este es mi cuerpo,
el barco que capeó cien temporales,
la caja que contiene mi tesoro:
huecas felicidades agostadas,
intrascendentes sensaciones instintivas
y trascendentes decisiones: hijos.
Este es mi cuerpo
al que en la lenta y firme
mutación que lo envejece,
desprecié y arriesgué miles de veces
en la felicidad basada en ese olvido
del yo que él encarnaba y contenía...
Metido en él mis plazos hoy parecen
un parpadeo de Dios, una mentira.
Este es mi cuerpo
que fue siempre un medio,
hoy es fiebre, dolor, limitaciones,
anarquizado, débil, disminuido,
se va desentendiendo, distraído,
de mis deseos...
Algo se interpone
entre los dos y lo interpuesto impone
cambios en mi actitud y nuestras vidas.
Este es mi cuerpo enfermo,
éste es el precio de nacer, de arriesgar,
de haber vivido,
de haberme levantado y erigido
sobre su base, ajena, de tal suerte
que los dos arribamos a
'él, por incauto; yo, por engreído.'
.
Juan Carlos Alecsovich
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