MADRE
.
De existir ese esquivo paraìso
aún manchado con la sangre del pecado,
hallaré allí ese rostro bienamado
que en la fugaz niñez… me fue negado,
que mi adulto rencor ha despreciado
y que mi tosca inmadurez… no quiso.
Un tiempo eterno…, puro…, llano y liso
te regresará los años que has pasado
en infinita espera…, abandonados;
a su mezquina suerte maniatados,
al reino del olvido consagrados
por el capricho… de un advenedizo.
Milagros no he de obrar; el amor hizo
que aquel edén que - terco - te he vedado
por tu mano me fuera regalado;
que musites que nada haya cambiado,
que afirmes que lo bueno ha perdurado,
aunque tu orgullo… yazga por el piso.
Y si el cielo no fuera, será un rizo
de tu vida; el mejor, donde has guardado
tu humanidad perfecta. Has anulado
la severa sentencia de los hados,
que admiran cabizbajos…, asombrados,
la generosa magia de tu hechizo.
Me abruma la fortuna. Es un aviso
de aquéllo por venir: has anunciado
que en mi lugar del mundo… te has quedado.
Que sostendrás mi tesón malhumorado;
que de algún modo te has enamorado
de tu amor… y su extraño compromiso.
.
Hadrian Bagration
No hay comentarios:
Publicar un comentario